28 noviembre, 2017

Colección SURA en Fortabat (nota y audio)

Por Laura Feinsilber

audio:

 

Desde la década del 70, SURA ha conformado una importante colección de arte latinoamericano- alrededor de 900 obras-principalmente de artistas colombianos y mejicanos.

En  Colección de Arte Amalia Lacroze de Fortabat se exhiben alrededor de 74 obras que también  incluyen destacados nombres de su acervo bajo el nombre de “Trilogía: Argentina, Colombia, México.”

Según el criterio de los tres curadores convocados, Consuelo Fernández Ruiz (México), Carlos Arturo Fernández (Colombia), Roberto Amigo (Argentina) de importante trayectoria se han reunido obras figurativas modernistas, sin tesis  ni ningún argumento identitario ni político-social, confiesan haberlas elegido para disponerlas en el espacio  y con la decisión de “recuperar el placer de mirar pintura por el solo acto de hacerlo”.

En esta exposición debe tenerse en cuenta  el oficio, la rigurosidad de los planteos pictóricos, la visión subjetiva de los artistas, sus individualidades y en algunos casos se reconocen nombres significativos y otros que no lo son tanto.

Un mundo de arreos, vestuarios y atuendos del mexicano Ernesto Icaza en óleos de 1912 que tiene un cierto correlato en Florencio Molina Campos “Cuarteando en la selva chaqueña” de 1950 o un Carlos Ripamonte , uno de los integrantes del grupo Nexus con “En el aljibe”.

Un ejemplo de pintura regional antioqueña es El maestro Rivillas” (1897) de Gabriel Montoya, un personaje popular caracterizado por su pantalón blanco, ruana oscura, sombrero, alpargatas que toca la bandola, una pequeña guitarra. Un personaje callejero “El chino”, nombre que en la jerga bogotana se refiere a un niño de la calle. Pies descalzos, pantalón corto,  que sostiene un sombrero en la mano y con una actitud digna. Esta obra de Alfonso González Camargo   clasificado como costumbrista, en realidad significaba menor.

Pero de Colombia también está Botero con una naturaleza muerta de 1963 , “Variaciones sobre Cézanne”  en rojos y rosados lujuriosos.

Otras naturalezas muertas de  Raúl Russo,   Rufino Tamayo, González Camarena  con alusiones al Día de Muertos, Jorge de la Vega, obra  muy temprana de 1952,  un hermoso interior de Carlos Alonso “El almuerzo” de 1959.

Otras obras que se destacan son las figuras de Francisco Zuñiga, Emilio Centurión, , Héctor Basaldúa,  Antonio Berni y su “Niña con zapallo” de 1947, “Encore, Dr Tulp de 1979, de Antonio Seguí , un modesto retrato de un niño de Frida Kahlo de 1929 que no tiene el más mínimo indicio en lo   que se convertiría esta artista tan emblemática, o la también célebre María Izquierdo con “Niñas con sandías” una obra  en la que los personajes tienen carácter escultórico pero en la que tampoco se vislumbra  ciertos rasgos surrealistas que caracterizaron muchas de sus obras.  

Por supuesto no podía faltar obra de Diego Rivera,  Orozco , Siqueiros,, lejos por supuesto de su trascendencia como muralistas  y la faceta espiritual, cuasi religiosa en los Cristos  de Rafael Coronel,   el magnífico “Descendimiento” (1962) de Leopoldo Presas , el muy sutil de Débora Arango Pérez,  y el “Cristo con flores” de Chucho Reyes.

Publicado en Ambito Financiero