Año 2015

Gowland Moreno, Reseña de libro 

 

En septiembre de 2014 se presentó en el auditorio de la Asociación Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes el libro “Gowland Moreno, una Constante Búsqueda de lo Expresivo”. Participaron en el acto los académicos Dr Jorge Taverna Irigoyen, Nelly Perazzo y las autoras, Dra. Cristina Rossi y la Lic. Cecilia Rabossi así como Teresa Gowland de Frías, hija del artista.

En primer lugar recordamos a Luis Gowland Moreno como el hombre de vasta cultura, como prototipo del señorío y gran refinamiento.

Nacido fortuitamente en la isla de Madeira (Portugal) en 1902, vivió en Europa, estudió en L’ Academie de la Grande Chaumiere (París) y en 1923 vino con su familia a la Argentina.

En 1926 comenzó su formación con un pintor cordobés, Emiliano Gómez Clara, más tarde asistió al taller de Jorge Beristayn quien le contagió, según contaba el artista en sus datos biográficos, “su fogoso ímpetu de pintor y el entusiasmo casi delirante ante el motivo”

Recibió invalorables consejos de Alfredo Guido, Enrique de Larrañaga, Emilio Centurión, Juan Carlos Faggioli, Rodrigo Bonome, nombres significativos de nuestro panorama artístico y que no deberían ser olvidados.

Gowland Moreno tuvo destacada actuación en salones, integró comisiones directivas de la Asociación Amigos del Arte, de la Comisión de Amigos del Museo de Bellas Artes, de la Sociedad Argentina de Artistas Plásticos, del Instituto de Arte Moderno y la Asociación Ver y Estimar creada en 1954 por Jorge Romero Brest.

Su archivo, celosamente guardado por su familia, testimonia la estrecha amistad que mantuvo con poetas, críticos de arte, galeristas, coleccionistas nacionales e internacionales.

En el ensayo “Frente al Modelo”, Cristina Rossi analiza las figuras y las naturalezas muertas del período 1920-1960. Muchos bocetos de figuras humanas así como el tratamiento de caracteres, por ejemplo, un mendigo, un niño aguatero, un hombre tomando mate, que se inscriben en una tendencia regionalista para después encarar figuras junto a naturalezas muertas.

Realizó retratos desde los comienzos de su actividad artística hasta el final de sus días y muchos de ellos corresponden a personas destacadas de su entorno social y de su numerosa familia.

Otros temas abordados por el artista fueron el paisaje ciudadano y la ya mencionada naturaleza muerta, no solamente el típico bodegón sino que hasta podía ser una silla sobre la que se apoyaba una chaqueta.

Se verá más adelante cómo incorporaría otros elementos, corría el año 1943 y su obra estaba influenciada por el mundo en guerra, no era el único, Berni, Spilimbergo, Urruchúa, Raquel Forner dieron testimonio de ello y Manuel Kantor se preguntaba en 1945 “¿qué pensará el hombre del futuro sobre el artista de hoy frente a la obra de un testigo que vivió en un planeta encendido, rodeado de sangre, de dolor, de odio y de llanto?”. Hoy tampoco sería fácil contestar esa pregunta porque la sangre, el dolor, el odio, el llanto, la muerte no han cesado.

Cecilia Rabossi analiza la mirada del artista sobre escenarios urbanos y naturales: esquinas, calles, plazas, rincones de la Boca y el puerto, la mirada de un enamorado de Buenos Aires, de un nostálgico por su imagen del pasado y la pujanza de la urbe que se yergue…

En los 50 Gowland Moreno enfoca las demoliciones de las casas bajas, tema que trabaja intensamente hasta que el paisaje urbano se convierte en abstracciones de espesa materia.

En “Forma y Materia” Cristina Rossi describe la obra madura del artista que ya presentía los cambios y la renovación a causa de las modernas corrientes plásticas europeas que irrumpían en Buenos Aires.

Pero nunca estuvo Gowland Moreno ajeno a las propuestas renovadoras y es interesante el hecho de que en 1959 al crear un premio con su nombre, recayera en Alberto Greco, integrante de un grupo informalista recientemente formado.

Sus obras matéricas fueron incluidas en exposiciones muy significativas: “150 Años de Pintura Argentina” en el MNBA y en la Primera Exposición Internacional de Arte Moderno convocada por Rafael Squirru.

Hacia 1963 se vuelca hacia un tipo de pintura texturada que evocaba el americanismo, concitando gran aceptación entre el coleccionismo neoyorkino.

.Entre 1967-69 produce un conjunto de obras constructivas mediante la técnica del collage, serie que merecería ser incluida en exposiciones que abordan estos planteos geométricos y que no llegó a mostrar individualmente.

Cecilia Rabossi analiza sus collages en “Experimentación y Libertad”, obras realizadas durante la década del 60. A diferencia de los constructivos, encontraba el material en las calles, en los carteles de publicidad que arrancaba de las paredes, lo que implicaba, según sus palabras, “un esfuerzo por conseguir una fuerza comunicativa poderosa para interesar y subyugar al espectador”.

Dinámicas, de vibrante cromatismo, audaces, de grandes contrastes, las palabras jugaban con las formas de decidido acento contemporáneo que lo colocaban, como lo señaló Córdoba Iturburu, “en las primeras filas de nuestra vanguardia artística”.

En el libro se incluye “El Collage” publicación de su autoría , editada en 1968 por el Centro Editor de América Latina.

Gowland Moreno falleció en 1971, varios meses después de una exposición planeada para la Galería Van riel y que no se pudo llevar a cabo.

Finalmente en las Salas Nacionales de Exposición se realizó en 1975 gracias a una Comisión de Homenaje al artista integrada por personalidades de la cultura, entre ellas, Samuel Oliver, Samuel Paz, Jorge Luis Borges, Ignacio Pirovano, Amancio Williams, Córdoba Iturburu, Jorge Feinsilber, Ernesto Rodríguez.

En 1988 tuvo lugar otra importante retrospectiva organizada por su familia registrada en un video cuya introducción estuvo a cargo de Ernesto Schoo.

Este importante libro contó con el inestimable apoyo de Miguel Frías y pudo realizarse gracias a la apertura del archivo del artista que conservó y ordenó tan rica documentación a través de los años.

Profusamente ilustrado, bilingüe, castellano-inglés, completa cronología, fotografías, documentación, 369 pág. Akian Gráfica Editora.

Publicado en Ambito Financiero 19/1


Aziz & Cucher en la UCA

 

Con el patrocinio de Gazelli Art House (Londres), el Pabellón de las Bellas Artes de la UCA presenta una exposición de videos y animaciones en loop, realizadas por Aziz + Cucher.

Ambos artistas, el primero, nacido en USA en 1961 y el segundo en Lima en 1958, colaboran juntos desde su graduación en 1990 en el Instituto de Arte de San Francisco y son pioneros en el campo de la imagen digital y la postfotografía. Viven y trabajan en Brooklyn, ejercen la docencia en la Escuela Parsons de Diseño.

Sus obras se han exhibido en la Bienal de Venecia (2005), en el Museo de Arte de Los Angeles y en el Museo de Arte Moderno de San Francisco.

Han trabajado en fotografía digital, instalaciones de video, escultura , textiles, se encuentran entre los primeros en usar Adobe Photoshop en el contexto de la fotografía artística.

Sus imágenes correspondientes al período 1992-2002 constituyen una reflexión en la relación entre el cuerpo humano y las fuerzas tecnológicas que moldean nuestra sociedad.

Entre 2003 y 2006 incluyeron video instalaciones cuyo objetivo fue mostrar cómo la percepción de la naturaleza y el paisaje fue empleada y modificada a través de la tecnología.

Desde 2006 comenzaron un conjunto de trabajos que observa al paisaje desde una perspectiva histórico-política dado los orígenes familiares de ambos con Medio Oriente.

En su primera muestra en Buenos Aires presentan “SB Etude II” (2014), proyección de un solo canal de gran formato, video perteneciente a la serie Synaptic Bliss, comenzada en 2003.

Un gran paisaje cambiante que poco a poco se disuelve en formas moleculares que se fagocitan unas a otras.

“Tiempo de la Emperatriz” (2012) está compuesta por siete pantallas planas. Son “dibujos” de edificios de arquitectura modernista que se construyen y se desintegran sin solución de continuidad.

Generan gran angustia en el espectador ya que es imposible evitar el recuerdo de la tragedia de las Torres Gemelas. Las partículas de los escombros quedan suspendidas en el espacio pero la rapidez de la secuencia volverá a fundirlas en la reconstrucción de esas arquitecturas. Una invitación a reflexionar sobre la capacidad creadora y también destructora del hombre. También alude al poder y la destrucción en la guerra de los Balcanes durante los 90.

El sonido de fondo enfatiza la situación también hipnótica en la que cae el espectador por la poética imagen.

Las obras de estos artistas figuran en el Reina Sofía, en museos de Francia y Suiza, en el Museo de la Fotografía Contemporánea de Chicago, en las colecciones Margulies (Miami) y Patricia Phelps de Cisneros (New York).

El domingo 7 de junio , a las 11 hs, en la sede del PABELLÓN de la UCA se presentará “Aziz+ Cucher” en diálogo con Agustín Pérez Rubio , Director Artístico del MALBA quien ha trabajado con ellos y con los que hará un repaso de su trayectoria en torno al cuerpo, al género, a la política , a lo social en sus obras.

Publicado en Ambito Financiero 1/7


Las visiones arrolladoras de Susana Rodríguez

 

Hace varios años que acompaño la labor artística de Susana Rodríguez  y me alegra señalarlo. Desde sus “Escrituras” en grafito que aludían a signos no fáciles de decodificar, transformaciones, mutaciones, fragmentos, a sus técnicas mixtas de barrocas y eróticas flores carnívoras que se encadenaban ininterrumpidamente en colores muy cálidos que desocultaban su visión onírica.

Si hay algo a lo que Susana Rodríguez se ha opuesto desde siempre es al cliché, a la repetición peligrosa de fórmulas probadas. Gracias a su mirada crítica ha luchado contra ello.

Más adelante realizó una serie “La Piel del Tiempo”, obra autorreferencial de lugares y seres caros a su memoria, en la que sobrevolaba la nostalgia y la melancolía.

“Extrañas Visiones”, otra serie importante, de connotación visceral, un universo de vegetaciones de intrincadas formas, una suerte de rompecabezas de intenso y dramático cromatismo. Podríamos enumerar muchas otras en las que siempre le interesó indagar y desarrollar ese cúmulo de relaciones constitutivas que van a resultar en un nuevo hecho pictórico.

Actualmente ha vuelto a sus “Visiones”, esta vez sin el adjetivo extrañas. Titula sus obras : “Explosión”, “Alegría de Aurora”, “Bosque Mágico”, “Paisaje Lunar”, “Misteriosa Luz”, Memorias de la Infancia”, “Paisaje Solar”. Títulos que son convenciones pero que también ayudan a concentrarse  en la obra en sí.

¿Qué vemos? Pintura en estado de ebullición, fuerzas arrolladoras que convergen en un centro lumínico que las atrae. Y a pesar de los títulos, no hay casi referencias narrativas ni figurativas, no hay ningún relato, pero como señala Gilles Deleuze, “las narraciones y las figuraciones existen, son datos, y ahí están sobre la tela”.

Es pintura. Aún en tiempos desencantados, logra la ilusión de que la pintura no se ha banalizado del todo. Explora un universo en el que se deja llevar fluidamente por el variado cromatismo, el centro lumínico hipnótico al que aludimos, irradia vitalidad a la propia obra y también al que la contempla, ya que la obra de arte está para ser compartida. Recordamos lo que dijo Arthur Danto: “El público tiene la posibilidad de disfrutar de las mismísimas visiones que experimentan los artistas”.

Pero Susana Rodríguez nos va dar algunas pistas. En un par de obras vemos casas, misteriosas, rodeadas de agua, parecen levitar en el paisaje que las transforma.

La artista las compara con la vida, cambiante y frágil. Quizás sea allí donde se está gestando su expresión futura.  

Publicado en Ambito Financiero


Alberto Grecco en Klemm

 

 Alberto Greco (Buenos Aires, 1931-Barcelona, 1965) fue uno de los artistas más audaces y originales desde la segunda mitad de los 50 y primera de los 60.Su vida errante, aventurera, provocativa, era su obra. De allí que Antonio Saura señaló que “cada obra de Greco es, en sí misma, un fragmento de vida pero también parte de un todo inconcluso, proliferante y generoso, y como la vida misma, un lugar de encuentros y de experiencias, un espacio en el que se reúnen azarosos acontecimientos, lúcidas afirmaciones, dramáticas situaciones y alzamientos bienaventurados”.

Alberto Greco vivió en Buenos Aires, París, San Pablo, Roma, Nueva York, Madrid. En todas dejó una profunda huella entre los que lo conocieron. Fue escritor, poeta, su correspondencia fue abundante, también escribió cuentos y una novela “Besos Brujos” en 1965.

Es este precisamente el título de la muestra con la que la Fundación Federico Jorge Klemm le rinde homenaje. Redactado en Ibiza durante un tormentoso verano de 1965 es una suerte de testamento ya que el 12 de octubre de ese año se suicida ingiriendo varios frascos de barbitúricos. En su mano izquierda escribió la palabra FIN mientras escribía hasta perder la conciencia.

Esta obra está considerada como un curioso collage de escritura, a la manera de un diario en el que se encuentran numerosas pistas sobre las circunstancias que lo llevaron al suicidio.

Como antecedente de inclusión de la escritura en la obra pictórica puede remontarse a Picasso, Braque, Motherwell, Dubuffet, Twombly, por sólo señalar algunos casos, pero en Greco está alejada de todo esteticismo. Aparece fragmentada, mezclada con imágenes y colores, más bien, detrás de manchas, grafismos, escrituras, datos, retratos, un flujo caótico, no fácil de seguir literalmente.

Greco pasó por la Escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano, el taller de Cecilia Marcovich. Se instaló en París, pintó “cosas abstractas”, expuso obras que remitían a famosos como Klee, Fautrier, Hartung.

Hacia 1959, ya en Buenos Aires, integró el Movimiento Informalista, pintó telas oscuras, my matéricas que a veces dejaba a la intemperie a merced del viento, el hollín, la lluvia y su orina que según él , las modificaba.

Para Greco no existían normas artísticas o convenciones, creía en la pintura grito, en la pintura aventura.

Hacia 1961 se había convertido en un personaje de leyenda, según Noé, “Greco era la liberación del prejuicio”.

Y así podríamos llegar a sus acciones que denominó Vivo Dito, es decir, señalizar a una persona y marcarla con un círculo de tiza a su alrededor. Gran escándalo en Roma , acusado de blasfemia por “Cristo 63”, considerada una teatralización herética.

Se refugia en Madrid y se relaciona con Manolo Millares, Eduardo Arroyo, Antonio Saura con quien pintó algunos cuadros que se referían al asesinato de Kennedy. En Nueva York realizó una acción en la Central Station, se entrevistó con Marcel Duchamp y en Madrid en 1964 realizó una acción con el grupo musical de vanguardia Zaj, influenciado por el neodadaismo, el Zen y el pensamiento del compositor John Cage.

Después Ibiza. Después Barcelona. En el manuscrito “Besos Brujos” cuenta su amor no totalmente correspondido por Claudio Badal y donde dice: “Ya llegó el momento de morir. Aunque hoy tengo muchas menos ganas que ayer. Pero quiero que quede bien sentado que lo hago como resultado de mi relación frustrante con Claudio…”

Jugó con la muerte hasta que ella llegó convirtiéndolo en un mito, un verdadero artista mito.

Se incluyen registros fotográficos, pinturas, dibujos, tintas, gouache s/papel, Besos Brujos

( novela plástico- performática) pertenecientes a colecciones privadas y el audiovisual de 22´29´´, idea de Adriana Lauría, curadora de la muestra.

Publicado en Ambito Financiero 7/6


Premio Pintura Banco Nación 2015

 

El Premio de Pintura Banco de la Nación Argentina es uno de los más importantes que se otorgan en nuestro país debido a su alcance, claro sentido federal y montos que van desde los $100.000 a 40.000 para las distintas categorías.

A la convocatoria se presentaron más de 1000 postulantes y el jurado compuesto por Ana María Battistozzi, Tomás Bondone, Juan Doffo, Mónica Millán y Liliana Piñeiro seleccionó 72 con la curaduría de Eduardo Stupía que se exponen en la Casa Nacional del Bicentenario.

Entre los objetivos de este Premio están la difusión de la obra de los artistas seleccionados y el otorgamiento de los premios adquisición que contribuyen a acrecentar la colección del Banco.

La versión 2015, con algunas excepciones, revela esquemas repetidos que pudieron haber sido exitosos en premios anteriores o en otros correspondientes a instituciones tanto oficiales como privadas. En general no hay obras que susciten alguna discusión o polémica, están la mayoría de ellas en esa zona de confort– expresión muy usada actualmente—que no da lugar a posiciones encontradas, saludable para el arte como factor de crisis, que evita la seducción, que invite al debate y rompa con los esquemas repetitivos ya mencionados.

El Primer Premio (Area Metropolitana) le correspondió a Adrián Paiva (Buenos Aires, 1971), “Sin Título”, óleo, 160 x 200 cm. Un paisaje compacto de lianas que reptan y sumergen al espectador en una zona boscosa, predominio de azules intensos, pintura vital que recorre el espacio a la manera de arterias.

El Primer Premio (Area Provincial) le fue otorgado a Eduardo Lascano (Córdoba, 1960). “Diálogo 2°”, técnica mixta s/tela, 150×180 cm, responde a una imagen conocida de este artista. Son silos que asoman en el espacio urbano, formas hieráticas , monocromáticas, sombrías. Las primeras obras que le conocimos estaban atravesadas por brumas o nubes. Más adelante las superficies se volvieron más texturadas y actualmente, desarrolla un sistema de signos y pequeñas figuras a manera de inscripciones que una lectura atenta revela en diferentes posiciones, con un arma en la mano, en actitud violenta.

Juan Astica, artista de vasta trayectoria y ganador de numerosos premios obtuvo el segundo por “T1501001”, óleo s/ tela, 200x200cm.Astica puede pasar del protagonismo del negro al blanco en superficies cromáticas texturadas que se interrumpen con pinceladas gestuales. La obra presentada quizás marca un cambio , es una masa compacta hipercolorística a manera de un palimpsesto casi imposible de decodificar.

El Tercer Premio fue para Ignacio Valdez por “Sin Título”, óleo sobre tela, 200 x 200 cm., una variación de recursos plásticos que resume , a nuestro entender, las investigaciones de Kandinsky acerca de los colores analizadas poéticamente y en la que también señala que “uno de los primeros pasos en el reino de lo abstracto consiste en excluir la ilusión espacial en la que se obliga al espectador a olvidarse de sí mismo y a perderse en el cuadro…”.

Martín Ruete recibió el Premio Iniciación por “Interior 6”, óleo s/tela, 105 100 cm. Despojado, silencioso , los protagonistas, frente a un ventanal, son sillones , vacíos, una lámpara, cuadros. Podría tomarse como un ejemplo de una revista de decoración de los años 50 o 60. Pero la imaginación permite pensar que allí se tomó alguna decisión que afectó a uno o quizás varios seres ya ausentes.

Se otorgaron cinco Menciones y entre los artistas no premiados que integran la muestra destacamos la obra de Hernán Salamanco, Elsa Soibelman, Mariano Sapia, Leila Tshopp, Eduardo Médici, Horacio Sánchez Fantino, Edgardo Murillo.

Publicado en Ambito Financiero 29/6


Rogelio Polesello, Retrospectiva en MALBA

 

MALBA rinde homenaje a Rogelio Polesello (Buenos Aires, 1939-2013) con una exposición antológica dedicada a sus obras desde fines de los 50 hasta mediados de los 70.

“Polesello Joven 1958-1974” consta de 120 obras que se despliegan en cinco núcleos , el primero, monocopias, tintas , témperas y óleos de los años 58/59 correspondientes a la abstracción geométrica. Debe recordarse que precisamente en 1959 realizó su primera muestra individual en Galería Peuser y muchos de los trabajos se basan en la lectura positiva y negativa de bandas triangulares y romboidales.

El segundo núcleo incluye obras de gran formato de principios de los 60 entre las que se destacan sus experimentaciones con pistola de aire y chapas que Polesello utiliza como matrices para generar la vibración del color.

Ya es invitado a exponer internacionalmente, participa de exposiciones colectivas , entre ellas, “150 Años de Arte Argentino en el Museo Nacional de Bellas Artes y le es otorgada la faja de honor del Premio Ver y Estimar en la Galería Van Riel.

Se incluye en este núcleo un mural de 5m. de 1960/6 que nunca fue exhibido.

El tercer núcleo que comprende 1964/66, se exponen pinturas como las exhibidas en la II Bienal Americana de Arte organizada por Industrias Kaiser en Córdoba, las del Premio Esso que le fue otorgado en Washington y la obra enviada en 1965 a la VIII Bienal de San Pablo.

Asimismo se exponen los tapices realizados para la Galería del Sol, época también en la que incursionó en el diseño gráfico.

El cuarto núcleo se inicia en 1967 con sus primeras obras en acrílico tallado con apariencia de lupas que alteran , desfigurany multiplican las imágenes de la realidad.

Se suceden muestras y premios tanto en la Argentina como en Caracas, Bogotá, Puerto Rico, Río de Janeiro y también Europa .

Sus experimentaciones vinculadas al espacio se traducen en grandes placas de acrílico tallado, columnas, cubos, con tallas cóncavas y convexas, el rayo de luz pasando por un prisma.

A propósito de estas obras , en un texto “Constructor de Materiales Nuevos” fechado en 1973 , Damián Bayón las llamó “construcciones” ya que las obras tridimensionales de Polesello no son en realidad esculturas. Usó otros términos, “concreciones” y “solidificaciones”, ejecutadas con gran perfección como este tipo de arte lo requiere.

Polesello nunca cayó en ecuaciones científicas, se dirigió a todos los que se acercaron a su obra con espíritu lúdico. El montaje demuestra una vez más que en Polesello todo es bello , de buen gusto, dos expresiones criticadas y hace mucho erradicadas del lenguaje del arte pero que iluminan, aunque sea por un breve lapso de tiempo, este espacio desencantado que nos toca vivir.

En distintas vitrinas se exhibe una importante selección de fotos, manuscritos, artículos periodísticos, folletos, libros y correspondencia. Este archivo exhaustivo fue comenzado por el artista en 2012 con un equipo integrado por Victoria Giraudo, Josefina Barcia, Verónica Rossi y curaduría general a cargo de Mercedes Casanegra.

En una ocasión y muy poéticamente Polesello expresó lo siguiente:

“Cuando era chico jugaba con un vidrio que me ponía en un ojo y así exploraba con esta ventana opacante. Cuando empecé a pintar hacía monocromías buscando el oficio y en este acompasado silencio me encontré un día pensando en qué quería pintar, de pronto el sol atravesó la ventana y se deshizo en una de mis esculturas de acrílico, esos monóculos estridentes que conservaron mi infancia y se expandió por todo el espacio ese mandato iridiscente y terminó la ceguera: aquí está, dije, agarré el soplete y junté el sol en el plano”.

Publicado en Ambito Financiero 13/7


 La Certeza del Error en Arte x Arte

 

Bajo la curaduría de Jorge Zuzulich y la asistencia de Alejandro Schianchi se exhibe en Arte X Arte- Fundación Alfonso y Luz Castillo “La Certeza del Error”.

A pesar de que hace más de 40 años Nam June Paik, por nombrar a alguien más cercano en el tiempo, inició el camino de la tecnología y el arte, tema que aún se discute, una muestra viene a complicarlo aún más.

Pero no asustarse porque más allá de la tecnología y su terminología específica, están los expertos que nos ayudan con sus investigaciones a ponernos en onda con algo que rige nuestra vida cotidiana.

Se cree que la máquina es perfecta, confiamos en que no puede fallar pero todos los días ante nuestra PC comprobamos cientos de situaciones que pueden arruinarnos un texto, un mensaje, una foto. Es por eso que Schianchi, en la introducción del libro- catálogo, señala que “el error, fallo o accidente, connota algo malo, equivocado, inapropiado. Sin embargo el objetivo de esta muestra es demostrar el aspecto positivo de los errores en la producción estética con máquinas audiovisuales”.

El propósito de esta nota es intentar una aproximación a las imágenes propuestas que constituyen un desafío visual: “Leona and Francesca (2012), papel fotográfico mate, son dos hermanas que compartían todo: habitación, ropa, juguetes, fotos. Después de 10 años decidieron no compartir recuerdos. Su autor, el húngaro David Szauder en su foto analógica reconfigurada por los fallos de la memoria digital muestra cómo la cabeza de Leona se deconstruye , casi desaparece detrás de los pixeles.

“Quiénes somos, adónde vamos, de dónde venimos” (1996), negativos fotográficos intervenidos sobre tela, pertenece a Eduardo Médici. Este destacado artista argentino ha trabajado sobre un archivo al que le ha otorgado un nuevo sentido a través de varios recursos, entre ellos, la luz emitida por el backlight.

El argentino Alejandro Erbetta que reside en Francia presenta dos fotografías, negativo blanco y negro, intervención del artista, pertenecientes a la serie “Memoria del olvido”. El objetivo de su investigación es la recomposición de la historia familiar a través de fotos deterioradas por el tiempo, evocadoras, nostálgicas.

Una imagen bella de Laurent Segretier (Francia) “noli me tangere” (2011) tema frecuente en la iconografía religiosa, corresponde al género retrato, video y sonido. Un rostro de mujer en primer plano que oscila entre la imagen fija y un sutil mínimo movimiento acompañada de una partitura sonora.

“Vertical Roll” (1972) de Joan Jonas (Nueva York) es la típica desestabilización vertical de las imágenes producidas por los viejos televisores. El cuerpo femenino aparece fragmentado a causa de esta falla y se escucha una sonoridad metálica.

El video “Sin Título” (2007) de Alejandro Schianchi captura un fragmento de Star Wars: Episode 1 emitido por un canal de aire. El autor se apropia de la imagen que George Lucas exhibió en formato digital para mostrarlo en un aparato de TV de baja tecnología cuyo resultado dista mucho del original.

Bill Viola (Nueva York) es una figura emblemática del video arte que nos ha emocionado con su temática acerca de la condición humana. La obra aquí presentada está muy lejos de todo aquello, el artista aprovechó una distorsión de la imagen para señalar que también puede convertirse en una obra.

La cámara de un celular que está en un bolsillo se dispara en 24 ocasiones. Carina Borgogno (Argentina), titula con gran humor a su políptico- fotografía digital “Borrá las que salieron mal” (2015) Señala el límite entre el error, lo recuperable y lo disponible en 24 tomas de intenso cromatismo.

También destacamos “Glamour Girl”, video de Mariana Pierantoni (Argentina). Un desfile de modelos se supone debe ser perfecto pero las modelos se caen una y otra vez, lo que cuestiona la idea de belleza y elegancia. Una excelente banda sonora del conjunto alemán Cheek on Speed acompaña estas secuencias. En su ensayo, Jorge Zuzulich señala que la estética de la perfección era el canon de las artes visuales desplegado entre los siglos XV y XVIII. La introducción de la tecnología, evidenció en las fallas de los aparatos, su falibilidad. Esto dio lugar a la estética del error que se traduce en esta muestra en la que intervienen alrededor de 30 artistas argentinos y extranjeros.

Publicado en Ambito Financiero 16/8


Las visiones arrolladoras de Susana Rodríguez

Hace varios años que acompaño la labor artística de Susana Rodríguez  y me alegra señalarlo. Desde sus “Escrituras” en grafito que aludían a signos no fáciles de decodificar, transformaciones, mutaciones, fragmentos, a sus técnicas mixtas de barrocas y eróticas flores carnívoras que se encadenaban ininterrumpidamente en colores muy cálidos que desocultaban su visión onírica.

Si hay algo a lo que Susana Rodríguez se ha opuesto desde siempre es al cliché, a la repetición peligrosa de fórmulas probadas. Gracias a su mirada crítica ha luchado contra ello.

Más adelante realizó una serie “La Piel del Tiempo”, obra autorreferencial de lugares y seres caros a su memoria, en la que sobrevolaba la nostalgia y la melancolía.

“Extrañas Visiones”, otra serie importante, de connotación visceral, un universo de vegetaciones de intrincadas formas, una suerte de rompecabezas de intenso y dramático cromatismo. Podríamos enumerar muchas otras en las que siempre le interesó indagar y desarrollar ese cúmulo de relaciones constitutivas que van a resultar en un nuevo hecho pictórico.

Actualmente ha vuelto a sus “Visiones”, esta vez sin el adjetivo extrañas. Titula sus obras : “Explosión”, “Alegría de Aurora”, “Bosque Mágico”, “Paisaje Lunar”, “Misteriosa Luz”, Memorias de la Infancia”, “Paisaje Solar”. Títulos que son convenciones pero que también ayudan a concentrarse  en la obra en sí.

¿Qué vemos? Pintura en estado de ebullición, fuerzas arrolladoras que convergen en un centro lumínico que las atrae. Y a pesar de los títulos, no hay casi referencias narrativas ni figurativas, no hay ningún relato, pero como señala Gilles Deleuze, “las narraciones y las figuraciones existen, son datos, y ahí están sobre la tela”.

Es pintura. Aún en tiempos desencantados, logra la ilusión de que la pintura no se ha banalizado del todo. Explora un universo en el que se deja llevar fluidamente por el variado cromatismo, el centro lumínico hipnótico al que aludimos, irradia vitalidad a la propia obra y también al que la contempla, ya que la obra de arte está para ser compartida. Recordamos lo que dijo Arthur Danto: “El público tiene la posibilidad de disfrutar de las mismísimas visiones que experimentan los artistas”.

Pero Susana Rodríguez nos va dar algunas pistas. En un par de obras vemos casas, misteriosas, rodeadas de agua, parecen levitar en el paisaje que las transforma.

La artista las compara con la vida, cambiante y frágil. Quizás sea allí donde se está gestando su expresión futura.

 


  El “Grupo de Paris” en el Museo Sívori

 

La exposición “El Grupo de París” es un acontecimiento insoslayable para todos aquellos interesados en el desarrollo de nuestras artes visuales así como una invitación a muchos jóvenes que incursionan en la disciplina y que desconocen su historia.

Diversos factores se aunaron para la concreción de una investigación iniciada hace ya varios años, por su curadora, Malena Babino, para el Centro Virtual de Arte Argentino que dio lugar a una importante publicación en mayo de 2010 “Edición Papeles del CVAA”.

Se trata de la primera exposición de este colectivo que cuenta también con la coordinación general de Graciela Limardo, responsable del departamento de Museografía del Museo Eduardo Sívori.

La muestra comprende 61 obras entre óleos, tintas, acuarelas, dibujos, esculturas, provenientes de los acervos del Museo Sívori, Museo Nacional de Bellas Artes, Museo Provincial Emilio Pettoruti (La Plata), Fundación Forner- Bigatti, Academia Nacional de Bellas Artes, Fondo Nacional de las Artes, Heinrich-Vogeler Museum & Worpspede Archiv y colecciones privadas que generosamente prestaron importantes piezas.

Este “Grupo de París” estaba integrado por un conjunto de artistas vinculados por lazos de amistad y visiones compartidas acerca del arte moderno, el anhelo de una renovación en el lenguaje y en los modos de circulación y promoción de la actividad artística: Horacio Butler, Héctor Basaldúa, Aquiles Badi, Raquel Forner, Alfredo Bigatti, Pedro Domínguez Neira, Antonio Berni, Lino Enea Spilimbergo, Víctor Pisarro, Juan del Prete, Alberto Morera.

Malena Babino destaca que “fueron los jóvenes protagonistas de una aventura donde el espíritu de lo nuevo convivió con la tradición para articular la conciliación entre el pasado y el presente”.

Los viajes de aprendizaje, de perfeccionamiento, de verificación eran, en la década del 20, una experiencia ineludible y este grupo de argentinos pasaron por distintas ciudades europeas hasta nuclearse hacia 1923, 1926 y 1929 en París, en el barrio de Montparnasse.

En diversas vitrinas se encuentran cartas, fotografías que atestiguan sus convocatorias, reuniones, generalmente en los famosos bares “Le Dome”, “La Rotonde”, “La Coupole” por donde circulaban Picasso, Soutine, Zadkine, Fouyita, Chagall, Modigliani.

Esos años 20 constituyen el contexto de crisis política, económica, social y moral de la primera posguerra en el que este grupo intenta recuperar una tradición sobre valores clásicos. De allí que artistas como André Lhote, Charles Guérin, Othon Friesz, Antoine Bourdelle serán los referentes de estos argentinos que seguirán la célebre “vuelta al orden” , ensayo de Jean Cocteau de 1926 referido al retorno a una figuración clasicista.

Se establecieron importantes academias como la de André Lhote quien tendrá más influencia en la conformación de un pensamiento estético basado en la armonía, el orden y el equilibrio. “La obra de arte debía reflejar el orden universal, haciéndose presente la oposición entre la naturaleza formal de la pintura y su función representativa, uno de los ejes rectores en la búsqueda del arte moderno”.

Entre 1924 y 1932 realizan exposiciones individuales y colectivas que fortalecen su actividad y visibilidad en Europa, por ejemplo, Del Prete, el más rupturista, expone junto a Mondrian, Vantongerloo, Arp, Calder, referentes de la vanguardia abstracta.

Pero también pensaban que Buenos Aires debía conocer su actividad europea y fue así que Butler organiza en 1928 en la sala de Amigos del Arte la exposición que los consolida frente al público y la crítica. No era fácil insertarse en el ámbito conservador de los espacios oficiales y muchos de estos artistas rechazaban la idea de enviar a los salones nacionales.

Es famosa la carta fechada en 1931, en la que Butler acusa a Chiappori, director del Museo Nacional de Bellas Artes, por su incomprensión de las tendencias modernas, cerrándose al arte del momento.

Hay obras emblemáticas y también desconocidas. Conmovedor el “Descendimiento”( óleo, 1937) así como la lírica acuarela de la “Piazza San Marco” (1931) de Aquiles Badi. Se percibe ya la osadía de Del Prete en una acuarela y tinta de 1931. Refinada obra de Basaldúa “Señorita de Pisarro” (1932) así como el “Retrato” (1929) de Domínguez Neira , de gran rigor compositivo, para usar una expresión de la época. Berni, de todos los artistas del grupo, en su retorno al país, constituye un punto de inflexión con su compromiso social y político.

Es extraordinario el “Autorretrato” de Víctor Pisarro, (1925) que refleja su ascetismo así como las importantes obras de Spilimbergo, “San Sebastián Curone” y “Catedral de Chartres” , ambas de 1928.No deben soslayarse las esculturas de Bigatti y las refinadas acuarelas de Alberto Morera, todo un descubrimiento.

Pero hay un núcleo de la muestra referido a tres lugares: Worpswede (cerca de Bremen en Alemania) donde había una importante colonia de artistas paisajistas a la que Butler se incorporó.

Aquiles Badi descubrió Cagnes-sur- Mer a pocos kilómetros de Niza, que se jactaba, según el relato de Butler en su libro “La Pintura y mi tiempo”, de su ilustre pasado de pintores , entre ellos, Renoir, Soutine, Modigliani vivieron allí.

Pasaron tres veranos pintando al aire libre hasta que posteriormente descubrieron Sanary-sur Mer que quedó inmortalizada en “AdanBuenosayres” suerte de Arcadia en la que vivieron de manera despreocupada, baños de mar, buena comida, siestas bajo los pinos, bailes de disfraces. Una exquisita acuarela de Raquel Forner refleja este paisaje.

Será el último lugar donde realizan experiencias colectivas antes de regresar a la Argentina entre 1928 y 1936.

Esta exposición declarada “De Interés Cultural” contó con el apoyo del Programa de Mecenazgo Cultural de Buenos Aires Ciudad , la gestión de la Asociación Amigos del Museo Sívori , la colaboración de la Dirección General de Museos y el Ministerio de Cultura de la Ciudad.

Publicado en Ambito Financiero 5/10


Migraciones en UNTREF

 

Durante el siglo XX la política ha ingresado en la esfera del arte y los problemas que acucian a la humanidad son registrados por los artistas que los producen pero no para quedar congelados en la simple contemplación estética sino como experiencias que obligan a la reflexión y también participación.

Los medios tecnológicos han contribuido en gran medida a este cambio, de allí que “Migraciones en el Arte Contemporáneo” remite a uno de los tantos problemas de la globalización.

Organizada por la UNTREF (Universidad Nacional de Tres de Febrero) en su sede del Hotel de Inmigrantes, coordinada por Diana Wechsler, continúa con la línea curatorial iniciada con la primera muestra allí realizada del artista francés Christian Boltanski hasta la reciente de Vik Muniz.

Entre los problemas que tienen en vilo al mundo está el de los migrantes, exiliados, refugiados, cualquiera sea el nombre que se les quiera dar, que en este caso está encarado por 21 artistas entre argentinos y extranjeros convocados especialmente.

“¿Quién está dónde?” oficia como título del texto de la muestra en el que Wechsler desarrolla el pensamiento relativo al “nosotros y al otro, a la vulnerabilidad, exilios, migraciones, identidad, fronteras, pertenencia, al rechazo” y como se deduce de la lectura en los medios al aprovechamiento de algunos países que ven en esta tragedia una manera de resolver el problema de naciones con poblaciones envejecidas que necesitan mano de obra de reemplazo, sin contar con la demostración que hacen muchos de ellos de la impunidad del poder.

“Migraciones” también busca reflexionar sobre el arte contemporáneo desde el concepto móvil de migración: ideas, medios, soportes, prácticas, representaciones socioculturales e inclusive la propia condición del artista”. Comenzamos por los artistas argentinos convocados: Matilde Marín y su proyecto “Pharus” (fotografías y video-instalación) de lugares remotos a los que ha viajado para registrar su emplazamiento, arquitectura, historia. Marín rescata el significado de faro: “la luz que guía el destino de los hombres” con la esperanza de que el hombre necesita su luz para hacerse visible y comprendido.

Hugo Aveta con “Océano”, obra sonora con movimiento, relata la historia de un piano que llegó por barco a Buenos Aires y cuya dueña murió en el trayecto. Lo llevan a la Patagonia y el artista encontró en él “la humanidad de los objetos”, es decir el espíritu de su dueña.

“Momentum- demora”, poética video instalación de Silvia Rivas refleja el intento de detener el instante de una inminencia, todo está en suspenso, las placas de porcelana que cubren el piso aluden a lo frágil.

Barthelemy Toguo (Camerún, 1967), participa actualmente en la Bienal de Venecia con “Réquiem Urbano”, presenta “Climbing Down”: cuchetas, escaleras, bolsas de colores. Los refugiados pasan allí horas con sus pertenencias a la espera de salir de la desesperación, la promiscuidad en la que viven.

Muy emocionante, como toda su obra, el video de 1997 de Harum Farocki (1944-2014) “La expresión de las manos” donde explora su lenguaje visual, su simbolismo.

Sigalit Landau (1969, Jerusalem). Ella misma es la protagonista del video de 1’ 52’’ donde baila desnuda el hula- hula en una playa de Tel Aviv de espaldas al mar. Sólo que el hula está hecho de alambre de púas… difícil de permanecer mirando.

Reza Aramesh (1970, nacido en Irán, vive en Londres, también está en la actual Bienal de Venecia.

Este destacado fotógrafo presenta un tríptico en gelatina de plata que revela el contraste del lujosísimo salón de los espejos del Palacio de Versailles en el que se encuentra un grupo de refugiados palestinos que espera cruzar el Paso Erez tratando de huir de Gaza.

Las páginas de un diccionario abierto cubiertas de clavos con excepción de un espacio donde se leen las defniciones de filisteo: miembro del pueblo opuesto a los israelíes en la antigua palestina; persona hostil a la cultura; bárbaro, vulgar, materialista, inculto, ordinario Obra intensa contra el racismo de Khalil Rabah (1961, Jerusalem)

Claudia Casarino (1974, Paraguay) instaló un conjunto de uniformes de tul negro. Imagen fantasmal, sombría, cuerpo ausente, quizás alude a seres anónimos, trabajadores clandestinos, invisibles para la mayoría.

Angélika Markul (1977, Polonia, vive en París). Su video “Bambi en Chernóbil”, 13’ color, música, inquietante visión de la devastación de 1986 pero la poderosa naturaleza vuelve y poco a poco invade las ruinas.

Catalina Swinburn (Chile) encaja perfectamente en el concepto de migración en el arte y lo hace pasando de una técnica a otra: performances, videos, fotografía, objetos, instalaciones., como casi la mayoría de los artistas contemporáneos. “Rituales de Identidad” trata sobre los conflictos en las fronteras y según sus palabras, la imagen, impresión sobre bloques de bronce pulido, está tomada por un dron en un campo de refugiados en Siria. La obra está cerrada por una cerca de alambre de 4 metros de altura que indica una frontera real.

Y así otros temas como el lugar de la mujer en los Balcanes, el registro de un Beirut histórico y el actual, la represión de las autoridades marroquíes ante la comunidad subsaharianas, las pautas culturales que el inmigrante trae consigo.

En la publicación que acompaña la muestra leemos una cita de Zygmunt Bauman: “Los refugiados se han convertido en una semblanza caricaturesca de la nueva elite del mundo globalizado, en el epítome de la extraterritorialidad en la que se asientan las raíces de la actual precariedad de la condición humana, la principal fuente de temores y angustias de la humanidad actual”.

Publicado en Ambito Financiero 12/10


CEDIP. Trailer de Nicola Costantino

 

Hasta los 60 los grandes cambios del modernismo que empezaron con el Impresionismo hasta llegar al Pop tuvieron lugar en el espacio del marco. Hacia mediados de los 60 el espacio pictórico cambió hacia formas de producción sin precedentes, happenings, performances, instalaciones, videos, body art, street art, por sólo nombrar algunas tendencias, en las que lo efímero era la regla. Las colecciones, los museos, la galería, la crítica de arte, todo fue puesto en discusión y redefinido. Los artistas se comprometían en causas sociales y políticas, el arte se politizó y radicalizó.

Esta es una breve e incompleta introducción a la obra de Nicola Costantino que, desde su aparición en el circuito pictórico de nuestro país hacia 1993 en el Casal de Cataluña y en el Museo Castagnino de su Rosario natal con “Cochon sur Canapé”, sabíamos que estábamos frente a una artista que cambiaría el estado del ser del contemplador.

Vinieron después sus “modelos” en silicona que replicaban la piel humana, ombligo, tetillas, pelos naturales, “Peletería Humana”, que dio origen a grandes discusiones que remitían al Holocausto.

Su carrera ascendente con premios, becas, exposiciones individuales, su intervención en la Bienal de San Pablo así como numerosas muestras en la Argentina y en el exterior.

Transgresora, Costantino no le teme al riesgo, es obsesiva por alcanzar la perfección formal en todas sus presentaciones y por supuesto es objeto tanto de admiración como de rechazo.

Recordamos su “Savon de Corps”, en la que el afiche de la muestra la muestra publicitando una serie de 100, hechos con 2kg. de grasa de una lipoaspiración personal, lo que trae a la memoria o la relaciona en cierta forma con la francesa Orlan, sin llegar a sus extremos, que permanentemente altera su propia identidad a través de cirugías ya que piensa al cuerpo como una superficie cubierta que puede ser transformada como un ropaje, a tal punto que llegó a transmitir sus operaciones vía satélite.

“Cadena de Pollos”, en silicona, calco del natural, la cinta deslizadora por la que pasaba un cerdo, sus “Chancho Bola” con esa mezcla de atracción- repulsión, que caracteriza su obra, “Animal Motion Planet” , máquinas ortopédicas terroríficas en unas estructuras de hierro cromado, no hay que olvidar que Costantino es esencialmente escultora, y así hasta llegar a su famosa participación en el envío argentino en la Bienal de Venecia de 2013.

Esta obra, “Rapsodia Inconclusa” desató una gran controversia debido a la intromisión extra artística del gobierno con videos documentales que nada agregaban al espíritu de la obra. Tuvimos la ocasión de verla en esa ocasión y también en la Fundación Fortabat , dos escenarios distintos.

En la Bienal, la oscuridad reinante le daba un carácter aún más ominoso a la historia trágica de Eva Perón, la difícil arquitectura y la iluminación del Fortabat conspiraban para entrar en el espíritu de la obra. No obstante fue una excelente idea mostrarla en Buenos Aires ya que que Costantino hace gala de su imaginación y recursos técnicos para ir pasando por las distintas etapas de una vida en la que pone el cuerpo para encarnarse en el rol de Eva desde que salió de su ciudad natal, frente al espejo, en la intimidad, en la Fundación, vestida por Dior, encarnada en un corset metálico con motor hasta la ya ausente en esa sala de cirugía, aséptica, la montaña de lágrimas congeladas, símbolo del pueblo que la lloró al momento de su muerte.

En 2010 realizó “Trailer” para Arte en la Torre, un programa de la Fundación YPF que en versión más reducida se exhibió en abril de 2015 el Patio de los Tilos del Centro Cultural Recoleta.

En cinematografía trailer significa avance, un resumen de la trama de un film en el que se muestran las escenas más importantes y también remolque o vagón que es el lugar donde se podía ver este corto de 3’16’’ de duración en el que realiza una escultura, una réplica de sí misma que se origina al enterarse de su maternidad

En pocas palabras, se la ve modelando un maniquí. Le hace un vestido. La fotografía como la maja desnuda. Escena de su doble visitándola en la maternidad junto a su bebé. Va en un auto. Empuja un cochecito. Lo inevitable: empuja el cochecito por la escalera. Se deshace de esa muñeca que ya le resulta intolerable. También es inevitable recordar la imagen de la escalera del “Acorazado Potemkin” de Einsestein.

Costantino señaló en el texto correspondiente que “mi doppelgänger, idéntica a mí pero sin estar embarazada, interactúa conmigo embarazada. Ella parece escindida y en un momento se torna amenazante y perversa”. Una relación de amor y odio y también en la que la soledad juega un rol importante. Costantino, como en el mundo virtual de Second Life , creó un “avatar” con el que se podía comunicar y actuar.

Una constante en su obra: meterse en la piel de los personajes que crea, no importa el medio con el que se exprese, resaltar el vestuario que ella diseña y realiza con sus propias manos- su obra no escapa a sus vivencias y experiencias- obra íntimamente ligada a su biografía.

Publicada en Revista del CEDIP 25/10


Premio Klemm 2015

 

El XIX Premio Federico Jorge Klemm a las Artes Visuales se exhibe en la Fundación que lleva el nombre de un artista y también generoso mecenas que creía en el arte y su efecto transformador, que impulsó la creación de aquellos que se iniciaban y que hoy constituyen una importante referencia en nuestro panorama artístico.

El jurado integrado por Mercedes Casanegra, Valeria González, Elena Oliveras y Sebastián Vidal Mackinson, seleccionó 37 participantes sin límite de edad que abordaron distintos géneros, soportes, que van desde la pintura, no muchas, hasta el video y la instalación.

El Primer Premio Adquisición ($70.000) recayó en Patricio Larrambebere (1968), conocido por la creación ficcional de la Agrupación Boletos Tipo Edmondson (ABTE) que colecciona, llamados así en homenaje a su creador. Larrambebere rescata la historia de nuestros ferrocarriles a través de pinturas, instalaciones y en la obra premiada, Anguyá-I, de carácter realista, una estación perdida en el campo, carruaje, gaucho, caballos, un fragmento del afiche de Alpargatas, todo un guiño a Molina Campos, autor de una obra con ese nombre. Un aire nostálgico mezclado con ironía de algo que se ha perdido para siempre en una obra con un dejo anacrónico.

Florencia Levy se hizo acreedora al Segundo Premio Adquisición ($ 35.000) por su video monocanal “Paisaje para una persona”.

Desde sus interiores de hoteles baratos que expuso en la Galería 713 (vacaciones que se tomó en Buenos Aires secretamente enviando postales como si estuviera en lugares lejanos), con sonidos de algún televisor o la visita a departamentos en venta con su cámara en mano registrando el vacío de esos espacios hasta otras instalaciones de carácter barroco, este video ganador es excelente. Son secuencias de Street View de Google Map que nos llevan a diferentes ciudades. Se leen y escuchan entrevistas de audio con personas en conflicto, en tránsito, deportados, con graves carencias sociales.

Gabriel Chaile es uno de los artistas que recibieron Mención (no adquisición) “Los buenos siempre creen tener la razón– aproximación a un hecho”. Un afiche de 200 x 170 cm, un accidente de moto, fotografía del tipo que solemos ver diariamente en los medios. Este registro y cómo está presentado, precariamente, tiene que ver con la poca importancia que ya le damos a un hecho trágico.

“Este no es un tejido social”. Collage de recortes de sobres impresos con tramas para privacidad armados al estilo de un quilt, así reza el cartel que acompaña la obra, es la otra Mención (no adquisición) de Tamara Stuby. Un trabajo minucioso que no nos transmite nada relevante.

Mención Especial del Jurado le fue otorgada a Estefanía Landesman, fotografía digital, toma directa de un fragmento de un cuadro de paisaje antiguo, con sus texturas y el flash que da plenamente en la imagen.

Se destaca la refinada obra de Pablo Lapadula, biólogo y artista, una instalación o gabinete con placas transparentes sobre las que dibuja meticulosamente hojas, moléculas, ´plantas, sus característicos dibujos con humo, una conjunción arte-ciencia con la que desarrolla ambas disciplinas.

De Mauro Koliva nos hemos ocupado en ocasión de su muestra en Vasari en mayo 2015: Volvemos a admirar su trabajo pesadillesco y perturbador en birome con tinta gel sobre lienzo en “#69 de la serie Planicie”. Muy buenos los dibujos –objeto en mina de grafito de Mariano del Verme y la impresión sobre canvas de Karina Grainieri , “Teoría de la jovencita”, 12 bastidores acompañados de un frenético audio en loop de 6’.

Gabriela Golder, artista y curadora argentina, muy premiada en lo nacional e internacional por su contribución en el área del video arte presenta “Tierra quemada”, poético aunque dramático video de 8’ blanco y negro, sonido de tormenta, humo que todo lo cubre y poco a poco deja ver caserío, flores, la vegetación, se escucha el canto de los pájaros. Para ver y escuchar más de una vez.

“El rincón de la soltera”, foto-performance de Arturo Aguiar, basada en una creencia popular “que en una casa con hortensias ninguna mujer se casa”. Velos, la reja, el muro, el alambre de púas, funcionan como símbolos de mitos y fantasmas. Aguiar y el cruce entre el arte del pasado y el presente, el subyacente relato, la luz, hacen de su fotografía un verdadero placer estético.

Como el Premio Klemm está abierto a todo tipo de soportes nos interesó mucho la delicada cerámica y esmalte de Raquel Podestá “Galo y el mar”, artista que ganara en 2013 el Gran Premio Adquisición del Salón Nacional por su obra “Lucio”, una obra transgresora para los parámetros con los que se rige esta milenaria disciplina.

Publicado en Ambito Financiero 23/10