20 noviembre, 2018

Ariela Naftal / Andrea Moccio

Por Laura Feinsilber

El espacio de Salitas de la Fundación OSDE fue parte de la prestigiosa mueblería inglesa Maple que exhibía al público mesas tendidas con sus manteles y vajilla con el fin de ser adquiridas y formar parte de las vidas privadas de sus compradores.

Esta sala con su artesonado en madera –reflejo de esplendores pasados de una sociedad opulenta- es el lugar ideal para que Ariela Naftal (Buenos Aires, 1966) exhiba su reciente instalación “Entre los restos”.

Una acumulación  de copas, platos, jarras, envueltas en manteles y servilletas que adquirieron ese tono que sucede al blanco purísimo con el correr de los años, con costuras a la vista, “momificadas”,  capas superpuestas y amontonadas, de teatral y dramático efecto y como señala la artista, “capas de silencio, que guardan historias que ya no serán contadas. Quedan las cicatrices y la angustia de lo que no se dijo nunca”.

Este trabajo tiene algo de ritual y a su vez remite a un pensamiento que ha desarrollado a través de varios años, la incomunicación , que sufrió en carne propia  y con la que debió convivir.

Nuestra primera aproximación a la obra de esta artista ocurrió en 2002 “Huellas del Desencuentro”, una instalación que exhibió en ELSI del RÍO. Platos de cerámica con comidas no aptas para paladares gourmet,  una mesa en la que en lugar de platos , estos estaban ocupados por pantallas de TV de las que surgían ruidos e imágenes .  Una manera de denunciar la falta de comunicación de una familia que no permitía a sus hijos expresarse.  Si  Naftal tuviera que repetir esta instalación – por supuesto algo improbable- recurriría  a los benditos y malditos celulares , razón excluyente por la que casi nadie se mira a los ojos.  Es notable que a varios años de esa exposición se recuerde la impresión que dejaba esa obra si pensamos en el vacío y lo efímero de las imágenes actuales que se traducen por lo general en indiferencia.

Naftal sacó lo que estaba debajo del mantel, es una manera de exorcizar lo que nunca se dijo, lo que no convenía decir, un pasado concluido y a pesar de las cicatrices, pensamos,   por qué no, perdonar.

Ariela Naftal

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

Como en el caso de Ariela Naftal, seguimos desde hace mucho tiempo el desarrollo de la carrera artística de Andrea Moccio,  ganadora del Premio Trabucco en la disciplina Grabado en 2016.  La primera vez fue en 2006, en el ciclo Estudio Abierto que se realizaba en las  oficinas abandonadas  del Correo Central  “Yo también me fui al cielo” Esas oficinas con muebles vetustos estaban “tomadas” por un mar de papel.

Antes habíamos conocido sus guirnaldas con guías de teléfono, sus trabajos con libros de medicina. Es decir, el papel, que para Moccio no tiene secretos y que lo trabaja como una maga si no fuera que sigue pasos técnicos  algo engorrosos para explicar en esta reseña.

Uno de sus últimos trabajos , 2015, en el CCK , una muestra de 400m2, un laberinto borgeano en el que utilizó 2000 kg de papel blanco impoluto al que se podía acceder desde una pasarela o penetrar en él y perderse en los meandros del papel plegado que tenían distintas formas.

Pero  esta inquieta artista depara sorpresas y en su actual muestra “A partir de las flores de un jardín de Quilmes”, nos enfrentamos a lo que creemos son  fotografías . En realidad el origen son fotografías de plantas, flores que no aparecen cuidadas y prolijas como en un jardín francés. Por el contrario hay un desborde de la naturaleza.

El soporte : papeles delgadísimos, etéreos, hechos a mano, en blanco, negro y matices de grises, que Adriana Lauría , curadora de la muestra y autora del texto, llama tonergrafías, pequeños fragmentos de papeles que se yuxtaponen y forman una trama textil delicadísima.

Quizás la artista haya elegido esta temática, flores, follaje de un jardín abandonado — algo inusual en un mundo que ha puesto lo  sentimental en pausa—para demostrarnos que  todavía es posible emocionarse ante la arrolladora fuerza de la naturaleza que intenta sobrevivirnos.

Andrea Moccio – Azucenas, 2018, papel de fibras naturales, tonergrafía 135x80cm

 

 

 

 

 

 

 

 

Publicado en Ambito Financiero