2 marzo, 2012

Ensayos Academia Nacional de Bellas Artes I

Por Laura Feinsilber

La Academia Nacional de Bellas Artes fue fundada en 1936 y en el marco de las celebraciones de su 75° aniversario editó a fines de 2011 el N° 9 de “Temas”, publicación anual de dicha institución.

Ricardo Blanco, su presidente, sugiere que la lectura de todos los trabajos a cargo de varios de sus miembros bajo el título “La Cuestión de la Belleza”, deja un saldo de reflexión porque se aclaran muchas lecturas acerca de este hoy tan controvertido tema y también porque inaugura dudas e inquietudes acerca de este fenómeno que existe cotidianamente en nosotros.

El arquitecto Alberto Bellucci, Director del Museo Nacional de Arte Decorativo, autor de las fotografías que ilustran su ensayo, intenta ofrecer al observador cotidiano y al viajero inquieto una nueva mirada sobre los edificios y el “continuum” del paisaje urbano que han ido configurando.

La palabra casi no se usa y ha sido reemplazada por “lindo”, agradable” o “divino” e “infernal”. A pesar de las nuevas denominaciones y los cánones que han ido cambiando a lo largo de la historia, cita ejemplos: Ingres, Courbet, Van Gogh, los rasgos de la Madre Teresa, imágenes que son capaces de producir el “ensanche” íntimo que experimenta quien la detecta.

Repasa la evolución de la arquitectura desde la edad Media, “summa artis”, el concepto de “un hecho del espíritu” de Rudolph Arnheim, “las máquinas de habitar” de Le Corbusier y las desinhibidas obras de Frank Gehry, Zaha Hadid, Clorindo Testa, el minimalismo de Mario Roberto Alvarez o Tadeo Ando.

Ilustra sus impresiones personales del corredor neoyorkino de Park Avenue, metal y vidrio, contemplar la costanera desde el río, las polémicas ciudadanas acerca de la invasión y modificación del entorno. “La belleza urbana, sólida o evanescente, efímera o permanente, nos rodea”. Al final de su texto usa la palabra sin complejos, la busca, la encuentra en la naturaleza, en el arte, en las ciudades y en la arquitectura, solamente hay que estar alerta.

Ricardo Blanco es el autor de “Acerca de la belleza en los objetos de uso”. “Se exalta la belleza femenina o la belleza natural de nuestro planeta pero de la belleza de las cosas se ha escrito poco, especialmente objetos útiles los cuales son producto de una actividad humana, una obra en la cultura material” según Clino Castelli. Otras citas, por ejemplo, la de Susan Sontag “el gusto lo define el contexto (cuando este cambia, el gusto cambia) lo que enfatiza que la belleza no es un valor absoluto, ni permanente, ni generalizable.

Blanco señala que el diseño se apoya sobre tres bases: lo funcional o utilitario, lo técnico productivo y lo estético formal. Recorre la Bauhaus y los diferentes conceptos de belleza en las formas de los objetos útiles, el Bel Design italiano, Escandinavia y su mobiliario, el famoso BKF argentino y no menos importante, su funcionamiento.

El papel de la estética no es menor: “los objetos atractivos, bellos, hacen que nos sintamos tan bien” o el nuevo axioma: “que la belleza en los objetos de uso es una necesidad y cumple una función”.

“Lo bello y lo sublime : el dilema de la representación de los poemas de Homero en el arte de los siglos XVI y XVII” de José Emilio Burucúa requiere para su comprensión la erudición del autor.

¿Quiénes y qué desfila por este ensayo? Homero, La Ilíada y La Odisea, investigaciones filosóficas sobre el concepto de lo sublime y de lo bello, Kant, la Florencia del Quattrocento, sus críticos y apologistas, el culto a su figura y su obra, “una idolatría estética que se acrecienta a lo largo del XVIII y todavía perdura” . Antes del siglo XVIII los temas extraídos de La Ilíada fueron escasamente representados, el juicio de Paris fue pintado por Cranach, los manieristas nórdicos, Rubens, Jordaens, Luca Giordano.

Las aventuras de Ulises fueron atractivas para los pintores del Renacimiento y del Barroco. Pinturicchio, los frescos de Luca Cambiaso, Jan van der Straet y así hasta Rembrandt: “Aristóteles ante el busto de Homero” y “El Retrato Imaginario de Homero”, pintado en 1663 que, como señala Burucúa, “nos coloca en el umbral de lo sublime”.

Conocida por sus investigaciones sobre el textil del período prehispánico, el tejido popular andino, diversas publicaciones y viajes por los principales centros textiles de América, Europa, Africa y Oriente, hacen de Ruth Corcuera una especialista de renombre internacional.

En “Las otras bellezas” se refiere al iridisado, etapa notable del arte islámico, arte exquisito legado de Oriente que floreció en España en los siglos XII y XIII y desde fines del XIX al siglo XX por ceramistas entre los que se encontraba el norteamericano Tiffany. Entre otras se ocupa de la técnica Tal, típica de Medio Oriente y el Norte de Africa , un tejido en el que intervenían artesanos textiles y orfebres.

Rituales, ceremonias, tradiciones ancestrales que atañen al hombre y la mujer, el valor simbólico de la iridiscencia, fenómeno óptico producto del ángulo desde el cual se observa cierto tipo de superficie, como sucede con el plumaje del pavo real, el tornasolado del colibrí y el pecho de las palomas así como las alas de ciertas mariposas. Desfilan por este rico e inusual texto conceptos sobre el arte plumario hasta llegar a los ideales de belleza en el mundo andino.

“Tres Formas de Venus” titula Eduardo Stupía a su trabajo que se ocupa de la quintaesencia de la diosa de la belleza, tomando como ejemplo la de Botticelli que está en el imaginario colectivo. Pero enseguida pasa a la “Venus Criolla” (1934) de Emilio Centurión (Museo Nacional de Bellas Artes) en la que la figura está muy lejos de los atributos botticellianos, una Venus que denota cansancio, en la que Centurión “en un gesto político asordina la belleza absoluta bajo el peso de la fatiga social”. Completa este trío “La Cautiva” de Diego Haboba, nacido en 1979, un desnudo de una joven en pose porno-soft que responde a un tipo de belleza vulgar de carácter mediático. Stupía se pregunta si el título es un problema sociológico o si el artista nos recuerda “que toda belleza está cautiva en la cárcel de la forma”.

En nuestra próxima nota completaremos este importante conjunto de ensayos, lectura muy recomendable por la profundidad con la que varios miembros de la Academia y otros especialistas convocados abordan un tema que, afortunadamente, se continúa analizando y discutiendo.

Publicado en Ambito Financiero