6 junio, 2022

María Ester Joao en Paseo de las Artes Duhau

Por Laura Feinsilber

Cuando  se piensa en pinturas blancas no se puede soslayar a Kasemir Malevich (Kiev, 1878- Leningrado, 1935) y su famoso “Blanco sobre blanco” como símbolo del infinito,  de la emoción pura sin artificio. Tampoco al estadounidense   Robert Ryman (1930-2019) que usó una ilimitada variedad de técnicas en diferentes superficies y que dijo que “el blanco tiende a hacer las cosas visibles así como a apreciar sus sutilezas”.

También señaló los diferentes blancos, los cálidos y áreas más frías además de cómo trabaja con la luz que es fundamental.

Estos pensamientos se nos ocurren al recorrer la exposición de María Ester Joao a la que no es fácil encasillar en alguna de las corrientes del arte óptico, arte cinético, la abstracción geométrica, la pintura de campos de color, arte concreto, tendencias y movimientos originados en la Bauhaus y De Stijl.

Arquitecta, en 1989 realizó su primera muestra individual, entre 1990 y 1997 asistió al taller de Ana María y Ricardo Martín Crosa, sacerdote, poeta, lingüista, profesor de estética. Participó en numerosas  muestras individuales y colectivas en lo nacional e internacional. Entre sus  numerosos premios: el  Trabucco de Pintura,  Klemm a las Artes Visuales, Primer Premio Museo Nacional de Bellas Artes –CloseUp.

La obra de Joao se caracteriza por el blanco impoluto de sus suaves y delicadas geometrías que desarrolla con hilo s/tela para después pintarla con acrílico.  Con minuciosidad y concentración oriental   logra así  infinitos juegos geométricos a la manera de mandalas,  ondulaciones, y también  rectas que se cortan o bifurcan.

Es la luz sobre la fuerza del blanco la que permite percibir todas las sutilezas  que mencionaba Ryman . El blanco es quieto, contenido, introvertido, ascético, de una gran serenidad espiritual y a propósito recordamos una muestra realizada en 2003 en el Museo Nacional de Bellas Artes en la que en una de sus instalaciones  utilizó sal a la manera de los jardines de arena ,imágen ligada a la filosofía Zen.

Hay una gran resonancia entre la obra de Joao y quien la percibe, ya que es capaz de llevarnos a un ámbito de silencio, de armonía, muy lejos de un mundo, como lo señala el filósofo coreano-germano Byun –Chul  Han, “que se torna cada vez más intangible, nublado y espectral, donde no habitamos la tierra y el cielo sino Google Earth y la nube”.

Clausura el 10 de julio.  Paseo de las Artes Duhau. Avenida Alvear 1661.

Publicado en Ambito Financiero (6/6/22)