Noël Loeschbor. “Jardines del Bosco”en OSDE
El Jardín de las Delicias, famoso tríptico de Jerónimo Bosch y una de las joyas del Museo del Prado es una obra de carácter moralizador-no exenta de pesimismo-en la que el artista insiste en lo efímero de los placeres pecaminosos representados en la tabla central .El Bosco retrata los vicios sexuales en el Purgatorio donde hombres y mujeres de distintas razas se entregan a la lujuria con aparente inocencia.
Noël Loeschbor quedó profundamente marcada por estas visiones que fueron la fuente de inspiración para la obra que actualmente presenta en una de las salas de OSDE. La artista cordobesa señala que mantuvo un largo diálogo cotidiano con las imágenes y los personajes a través de la reproducción comprada en el museo madrileño.
Confiesa también que tomó prestado paisajes y pequeñas escenas que la atraían, aquellas que percibía con un sentido sexual de libertad, apertura, desprejuicio y de una belleza espiritual admirable. El hilo conductor : la libertad y la diversidad de género, temas muy actuales en el arte contemporáneo.
Loeschbor se graduó en la Universidad Nacional de Córdoba . Como grabadora investigó y perfeccionó la técnica de papel hecho a mano, más adelante incorporó puntillas en sus matrices para grabado lo que la inicia en el campo textil por lo que gana una mención en el Salón Nacional de Arte Textil (Palais de Glace, 2008), realiza una muestra individual en la Bienal Internacional de 2009, año en el que fue seleccionada para la Bienal del Museo Sívori .
La obra exhibida consta de siete paños con géneros que pertenecieron a vestidos de bautismo, comunión, novia, enaguas, puntillas y durante más de un año “preparó el ajuar para cada jardín”. Los colores fueron escogidos de la bandera de diversidad de género: amarillo(energía), naranja(sanación), rojo (vida y fuego), violeta (el espíritu y su capacidad de transmutación), azul(serenidad) y el blanco que corresponde al nacimiento u origen.
Del cuadro del Bosco, la artista ha tomado los colores del paraíso en el que predominan amarllos y verdes, el blanco de los cuerpos desnudos, el rojo como símbolo de la pasión y este mundo fantástico, simbólico, a veces, siniestro, de múltiples lecturas en paneles de telas de organza superpuestas, impresas en linóleo, monocopia, punta seca, acuarelas, es decir, una conjunción de disciplinas concentradas en 1m de ancho por 2 de alto. Las capas son hilvanadas con hilo de bordar, incrustados entre las capas de tela se encuentran pequeños objetos en diferentes materiales.
Se necesitan muchas visitas para descubrir todos los elementos que hay en cada panel, así como el significado de las sutiles imágenes que las contienen. Trapecistas, niños que juegan en total libertad, el respeto por la naturaleza, algunos cuerpos sujetos a una cuerda que les permite columpiarse, otros que caen, un juego entre el pasado y el presente donde los personajes buscan relacionarse entre sí.
En palabras de la artista, “el origen es de orden físico, la luz blanca y su descomposición en los colores así como un humilde homenaje a las personas que luchan en busca de hacer valer su identidad”. Una versión del Jardín de las Delicias traída a la contemporaneidad.
Fundación Osde – Espacio de Arte. Arroyo 807.
Publicado en Ambito Financiero (21/3/22)