30 octubre, 2023

Santiago Zemma en Roldan José María Galería de arte

Por Laura Feinsilber

La obra de arte tuvo carácter fijo hasta que en la primera parte del siglo XX, muchos artistas de la época percibieron su agotamiento.

Esto generó la experimentación y a través de muchas búsquedas, lograron la visión del movimiento y los cambios perceptivos que se producían. Por lo tanto, el arte cinético nace como oposición  a las composiciones fijas y definitivas.

Fueron Naum Gabo y Antoine Pevsner que en 1920 acuñaron la expresión “ritmo cinético”. A estos nombres hay que recordar los de Lázlo Moholy-Nagy, Fernand Léger, Alexander Calder, Jean Tinguely como pioneros , a la famosa galería Denise René de París y su exposición Le Mouvement  de 1955 que  se convirtió en mítica.

Los argentinos Julio Le Parc y Francisco Sobrino se fueron a París en 1958, fundaron el  GRAV (Group de recherche d´ Art Visuel) al que se unirán los argentinos García Rossi, Hugo Demarco, García Miranda, los franceses Jöel Stein,  Jean Pierre Ivaral, hijo de Vasarely y Francois Morellet, grupo que se dispersó en 1968.

Es así que el dinamismo, mecanismo de ilusión, efectos ópticos y luminosos involucran al espectador abriendo un diálogo tanto psicológico como físico, se establece una comunicación estética y sensorial, la obra se convierte en cambiante y móvil, aparece la relación obra-ojo.

Muchos nombres se asociaron a este movimiento, Jacop Agam, Pol Bury, Jesús Rafael Soto, Vasarely, líder del op art, Carlos Cruz Diez, Luis Tomasello, Vardánega, nombres históricos y emblemáticos de estos movimientos que trazan un antes y un después en el desarrollo del arte.

El arte cinético fue posteriormente  desplazado por tendencias que dieron lugar a análisis teóricos sobre la naturaleza del objeto artístico o bien la inclusión de problemáticas de carácter global.

Esta brevísima introducción está relacionada con la exposición “Analogía digital” del arquitecto, diseñador, fotógrafo, Santiago Zemma bajo la curaduría de su hija, Carolina Zemma.

“ En el seno de las tradiciones del arte óptico y cinético , Zemma construye un puente entre las prácticas digitales y analógicas, las formas geométricas y orgánicas , las escalas de la arquitectura y los tamaños de sus dispositivos ópticos. Su serie de filtros analógicos , propone una alternativa a los procedimientos digitales”, así lo expresa la curadora en el texto escrito para la muestra.

Zemma usa cobre rosado, plata y cobre, plata y celeste, algunas de las obras giran sobre  pedestales.

Además de interactuar con el espectador, ley fundamental del arte cinético, asombran por la belleza, palabra prohibida hoy para hablar de arte, encerrada en cajas de acrílico. Sin embargo, Soto la usaba ya que sus obras “tenían la facultad de hablarle físicamente a la vista”.

“El juego de luces , reflejos y distorsiones,  señala Carolina Zemma, transforma el espacio con sus impredecibles resplandores”. Las esculturas ópticas conjugan lo tradicional con nuevos materiales en los que desarrolla figuras a través de tablets que se incorporan y permiten también la visión de una geometría cambiante que responde a esa búsqueda del movimiento que impulsaron los pioneros de esta disciplina.

Hay también una serie de fotografías en pequeño tamaño en las que Santiago Zemma documentó una serie de  intervenciones site specific que realizó con sus obras en museos y lugares de la cultura en  sus viajes por el mundo.

Una muestra seductora que como casi todas las relacionadas con esta tendencia cambiaron el estatismo del cuadro por una vitalidad que recorre el cuerpo y la mirada.

Libertad 1033 .  Lunes a viernes de 11 a 20 hs. Entrada libre y gratuita

Publicada en Ambito financiero (30/10/23)