15 abril, 2013

Adriana Varejao MALBA

Por Laura Feinsilber

“Adriana Varejao- Historia en los Márgenes” es una extraordinaria exposición panorámica del quehacer de una artista nacida en Río de Janeiro en 1964,actualmente considerada como una relevante figura del panorama artístico brasileño e internacional.

Se exhibe hasta el 10 de junio en el MALBA en colaboración con los Museos de Arte Moderno de San Pablo y Río de Janeiro, las galerías Victoria Miro (Londres), Fortes Vilaca (San Pablo) y Lehmann Maupin (Nueva York )

Conocimos su obra en las Bienales de San Pablo de 1994 y 1998, en exposiciones individuales, en Inhotim (Belo Horizonte) donde se le ha dedicado un pabellón y en 2012 en el Museo de Arte Moderno de San Pablo en el que se realizó una retrospectiva bajo el nombre de la actual muestra.

Siempre nos ha conmovido, cualquiera sea el medio por el que se expresa: fotografía, pintura, escultura, objetos, azulejos, instalaciones que atraviesan diversas culturas y siglos.

Obra violenta, contenedora de historias, basadas en el arte y la historia de su país narrada con carne, sangre, vísceras.

Un punto de inflexión en su trayectoria, como lo señala Adriano Pedrosa, profundo conocedor de su obra y curador de la muestra, “es el descubrimiento del barroco brasileño con sus iglesias y santos fabulosos”. Varejao ha investigado acerca de la influencia china en la cultura brasileña, la expansión colonial, el mestizaje, la catequesis, emblema de la imposición de una visión del mundo europeo, no solamente religiosa sino de la razón. Otras fuentes son los pintores viajeros europeos, la idea de la Antropofagia, tema fundamental expuesto en el Manifiesto Antropófago de Oswald de Andrade en 1928.

Toda su narrativa está contada con artificios, ya sea a través de platos de porcelana intervenidos y rotos como los traídos por la famosa Compañía de Indias de los portugueses.

Mapas con incisiones a la Fontana de donde brota “sangre”, concentrada, acumulada, por ejemplo: “Mapa de Lopo Homen II” (1992-2004) que alude a la sangrienta conquista europea del Nuevo Mundo.

Los azulejos, también influencia portuguesa, pintados en un azul mar, decorados con fragmentos de ondas pertenecientes a la serie “Mares y Azulejos” pero que anteriormente reflejaban terribles escenas de canibalismo basadas en “América-Terceira Parte” editado por Theodore de Bry en 1592 lo que puede verse en “Propuesta para una catequesis”. “Figura de Convite III” (2005), es un emblema de la pompa del régimen portugués. Un género de ornamentación, en trompe l’óeil, de paneles de azulejos que se encuentra a la entrada de palacios y conventos de los siglos XVIII y XIX en Portugal. La bellísima mujer botticelliana sostiene en la mano la cabeza de otra mujer.

Varejao aborda el cuerpo, aunque en algunas obras no esté presente. Aparece lacerado, fragmentado, en pedazos, como en “Reflejos de sueños en el sueño de otro espejo” (Estudio sobre Tiradentes), ejecutado y descuartizado en 1792:veintiún oleos encerrados en un cubo blanco.

La artista aborda el dolor, la violencia, la exuberancia en series como “Ruinas de Charqui” al transformar la arquitectura en cuerpos, paredes en miembros, la carne y las entrañas.

También se autorretrata como china, mora, negra o india. Es inolvidable “Testimonios Oculares” (1997) en el que uno de sus ojos está vacío, instalación dramática en la que, éstos, de porcelana, están en una estructura de marco plateado al lado de una lente de aumento, debajo de las pinturas. Se basa en la historia de que la imagen del asesino queda impresa en la retina de la víctima.

“Saunas” son pinturas de gran tamaño, ambientes azulejados. Aquí deja toda anécdota para concentrarse en la grilla, en una geometría absoluta, monocromática, ambientes vacíos, según la artista, “son mi interior sin exterior”.

“Platos”, realizados en 2009, cerámica, inspirados en la obra de un gran ceramista portugués del siglo XIX , obra exuberante en la que se encuentran peces, conchas, plantas marinas, crustáceos, flores, frutos y hasta escenas eróticas.

La obra de esta artista está cargada de referencias personales, rituales, impresiones de viajes, conocimiento de la historia, de la geografía, del arte de su país, de sus tradiciones y mitos, de temas recurrentes como el cuerpo, el mar, el autorretrato.

Antes de entrar a la sala se despliega, a la manera de los panoramas, una visión oriental de la Bahía de Guanabara que tanto sedujo a los viajeros extranjeros, óleo y yeso /tela de 120×550 cm.

Cierra la muestra, “Mestiza”, óleo sobre fibra de vidrio y resina (2012) en el que se reconoce el rostro de la artista en rojo y dorado que simboliza la mezcla barroca china y brasileña.

Publicado en Ambito Financiero