Florencia Rodríguez Giles en Fundación Klemm (Nota y Audición On Line)
En ocasión del XXIII Premio Klemm en 2019, Florencia Rodríguez Giles fue la ganadora del Primer Premio Adquisición por “Biodélica”, un excelente dibujo en lápiz sobre papel de gran tamaño: un delfín ataca, se abalanza y somete a un extraño ser de patas peludas, sin sexo definido, una obra de gran pregnancia visual.
Aparte de la recompensa monetaria, se invita al ganador a realizar una exposición individual en una de las salas de la Fundación que tiene lugar actualmente y se titula “Tiro al parto”.
Una instalación de dibujos en lápiz sobre papel con alma de pigmento de 100 x70cm, armas de hierro, comecocos en papel y bloques de alfalfa, un montaje a la manera de un polígono de tiro.
En el catálogo hay dos textos en lenguaje inclusivo que, en nuestra opinión, no agrega nada y se ha convertido en un cliché. El texto ABDL/HYPNOSIS COMPLETE BABY/ LA REVANCHA está a cargo de alguien que invita a relajarse, a concentrarse en el dulce sonido de su voz, a llegar a un estado de trance y obedecer a cada una de sus palabras.
Asimismo se refiere a los momentos en que el bebé nace , todo lo que hace y no puede hacer, lo que no puede ver ni entender, lo que no puede controlar, casi como una letanía y una entrega a un estado de hipnosis.
El otro texto escrito por Alfredo Aracil, también en lenguaje inclusivo, es críptico y se refiere a la violencia , tanto del Estado como a la de la sociedad y la personal.
Los dibujos son crueles, por momentos repulsivos, bebés saliendo de la vagina, casi monstruosos, en posición fetal, en un magma sanguinolento. Durante una performance en la sala se acuchillaron algunas obras, un ejercicio de violencia, sin duda, como si se estuviera tirando al blanco.
La obra dibujística de Florencia Rodríguez Giles está salpicada de matices ente el blanco y el negro, sutiles grises y el rojo del acuchillamiento de las telas de las que se desprende un polvo que cae al piso. Una obra sin concesiones a las imágenes de maternidad en el arte que fueron siempre sublimadas, idealizadas por autores masculinos, “Maternidad” de Picasso (1901), “Maternidad” de Chagall, madres amamantando a sus bebés , sin olvidar las imágenes de la iconografía cristiana.
Klimt en 1907 pinta a una mujer embarazada vestida con bellas telas doradas. Una calavera que emana del vientre de la mujer anuncia la mortalidad venidera del feto. Toda una osadía para la época que causó gran escándalo.
La creciente presencia de las mujeres en el entorno artístico y la revolución en cuestiones de género , revelan otras miradas menos condescendientes como por ejemplo Frida Kahlo y su obra “Mi nacimiento” o “La cama volando- Henry Ford Hospital” (1932) en las que expresa la imposibilidad de tener un hijo y la experiencia del aborto que marcan su visión dolorosa y desgarradora.
Lejos se está de la imagen idílica que a través de la historia del arte se veía como una conexión sentimental entre madre e hijo pero que en la contemporaneidad se muestra como una relación difícil y compleja. Pensamos en Louise Bourgeois que siempre se interesó por temas como la gestación, sus arañas que revelan el carácter protector de la madre y también el miedo durante su embarazo expresado en su dibujo “Girl falling” que está en el MOMA, una joven que parece cargar más peso del que puede sostener.
Otras artistas estadounidenses como Judy Chicago, Kara Walker y el Post -Partum Document de Mary Kelly, pioneras del arte feminista que dejaron atrás los tabúes para reflejar los importantes cambios en el concepto de la maternidad .
La obra de la argentina Rodríguez Giles (Buenos Aires, 1978) se inscribe en ese complejo mundo.
Marcelo T. de Alvear 626. Lunes a viernes de 11 a 19hs. Clausura el 27 de febrero.
Publicado en Ambito Financiero (31/1/22)
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