8 enero, 2024

Museo Punto Azul. Sierras Bayas (Olavarría)

Por Laura Feinsilber

 Silvio Oliva Drys acaba de inaugurar Punto Azul, un museo que se encuentra en la localidad serrana de Sierras Bayas, partido de Olavarría, custodiada por las arcaicas sierras de Tandilia. Fundada en 1872, la construcción originaria no podía ser otra que la realizada con piedra y toda esa memoria se encuentra en esta construcción donde se conjugan elementos del pasado y la función del presente ya que allí se abrieron las primeras canteras del lugar-en sus inicios- fue la industria de la cal y en 1916 se instaló la primera fábrica de cemento Portland.

Este museo que ha llevado más de ocho años en terminarse sin ningún apoyo estatal, sólo con la ayuda de aportes privados, está concebido como un espacio de residencias, tiene un archivo muy destacado de libros, documentos, catálogos, afiches de diversa épocas y también aloja la importante colección personal de Oliva Drys entre obras de Lino Enea Spilimbergo, Ponciano Cárdenas, Sdrarko Ducmelic, Aída Carballo de quien atesora planchas litográficas y de zinc de sus obras más emblemáticas, cartas, cuentos manuscritos que no han sido publicados.

En esta casa –museo hay también obra, entre otros de Emilio Reato, Alicia Díaz Rinaldi, Alicia Scavino, Víctor Chab, Ana Tarsia, Pablo Suárez, Carlos Cañás , Angú Vázquez, Daniel Fitte, oriundo de Sierras Bayas con una importante instalación de 9m. de largo y 110cm de alto que se encuentra sobre un terraplén con la palabra “Paisaje” que domina el parque con esculturas de Carlos Boccardo, Vilma Villaverde,  Juan Bautista Olmedo radicado en Azul  y Rafael Martín.

Ámbito Financiero fue invitado a la reciente inauguración a la que concurrieron más de 250 invitados  además de la creación de dos salas que llevan el nombre de Gabriela Aberastury (1943), factótum importante en la concreción de este espacio y Norma Bessouet (1940- 2018).

Silvio Oliva Drys dirigió  durante 10 años el Museo de Arte López Claro de la ciudad de Azul, estuvo a cargo de la Dirección del Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Pettoruti (La Plata) y  de la Dirección de Artes Visuales de la Provincia de Buenos Aires en 2007.Nacido en Olavarría en 1977, egresó como profesor de pintura y escultura en la Escuela de Bellas Artes Luciano Fortabat (Azul), cursó la Licenciatura de Arte Contemporáneo en IUNA y el posgrado de Especialización de Lenguajes Artísticos de la Universidad de La Plata. De destacada actuación como jurado, docente, gestor cultural, integró el staff de diversas publicaciones  y le interesan los museos como lugares de intercambio cultural.

La sala que lleva el nombre de Gabriela Aberastury, artista argentina de trayectoria nacional e internacional, exhibe  obras pertenecientes a diversos períodos .De vastísimo curriculum en el plano cultural, fue cofundadora de Radio Clásica, grabadora, pintora, ilustradora para la Sociedad de Bibliófilos Argentinos.

En ella se destaca la línea pura del gran dibujante, las transparencias del grafito en sus laberintos, sus cajas-objeto, las tiras de textos como “El principito” en sus recientes instalaciones en cascada que van del techo al piso.

Una alquimista de los materiales y de las formas, grafismos, arabescos, laberintos geométricos, escrituras sígnicas que ha abordado con maestría diferentes técnicas del grabado y otras disciplinas. “Su obra está llena de emociones y descubrimientos”, así la definió julio Sánchez Gil de la Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo.

En cuanto a Norma Bessouet , fue una pintora, dibujante, grabadora argentina que ganó, entre otros ,  el Gran Premio del Salón Nacional de Dibujo en 1970.

Estudió en Londres, Florencia, Nueva York, donde vivió entre 1981 y 2015. Exhibió en Estados Unidos y Europa, realizó una retrospectiva en el Museo Nacional de Bellas Artes en 1999 y fue merecedora en dos oportunidades de la famosa Beca Pollock- Krasner.

La sala que lleva su nombre nos llena de melancolía por su partida temprana y a su vez nos enorgullece haberla conocido y haber  sabido “ver” su obra exquisita.

Será muy difícil de olvidar su serie “Selvaggia y Uccello” expuesta en Buenos Aires en 1988. Pasteles, óleos, dibujos s/tela y papel que hacía referencia a un cuento del escritor, crítico literario francés, Marcel Schwob (1867-1905) cuya obra singular está muy ligada al simbolismo.  Bessouet hacía un juego de palabras con el nombre del pintor florentino, un misterio propio de un cuento fantástico.

Fue nuestro primer acercamiento a esta artista a quien puede compararse  con Leonor Fini, Remedios Varo , Leonora Carrington.  Son varios los críticos que se han ocupado de su obra, desafortunadamente poco conocida en nuestro país. A propósito , Sebastian spreng, artista y crítico musical residente en Miami escribió que “esta suerte de Leonora Carrington porteña, huyó de toda moda, ni surrealista  ni simbolista, ni europea , ni latinoamericana, elusiva, esquiva, misteriosa, con una melancolía inconfundiblemente argentina”.

Guillermo Roux la describió “como el relato del viaje de un alma”, el poeta Carlos barbarito parafrasea a Marcel Proust : “para Norma Bessouet a quien nunca llegó a conocer “el arte comienza donde termina la opacidad de la existencia”.

La historiadora de arte norteamericana, Whitney Chadwick, autora de “Mujer, Arte y Sociedad”,  señaló la admiración que tenía Bessouet “por las destrezas de la pintura  del renacimiento florentino: superficies aterciopeladas, ocres y rojos profundos que brillan como iluminaciones bizantinas”.

Muchas de estas notas están registradas en un extraordinario libro dedicado a su obra editado en 2020 por Ezequiel Díaz Ortiz.

Estas salas del Museo Punto Azul (Rua Barros 2356  en  Sierras Bayas) recientemente inaugurado, albergarán próximamente importantes muestras temporarias de acuerdo a la programación establecida para 2024.   

Publicado en Ambito Financiero (8/1/24)