21 junio, 2020

Rolf Art Primera muestra on line (II)

Por Laura Feinsilber

“Pensar todo de nuevo”, primera muestra on line propuesta por la galería Rolf Art bajo la curaduría de Andrea Giunta con  la colaboración de Carolina Baulo y de la que Ambito Financiero (1° junio) comentó los dos primeros capítulos, continúa con “Afectos”.

Según su curadora, trata sobre los cuerpos jurídicamente privados de la libertad, cuerpos llevados hacia una escena urbana que transita sin percibir su existencia, cuerpos pose, cuerpos de sexualidades interrogadas, cuerpos que remiten a emociones transicionales.

Adriana Lestido (Buenos Aires, 1955), artista conocida internacionalmente, presenta su serie “Mujeres presas”, ensayo fotográfico realizado entre 1991/93 con el que ganó la beca  Hasselblad.

También ha recibido la beca Guggenheim y entre otros importantes premios, el  Konex. Una cámara que registra sin anestesia la vida cotidiana de estas mujeres en cautiverio con sus hijos– Lestido durante un año y una vez por semana visitaba la cárcel N°8 de La Plata—mujeres  atravesadas por  la angustia, la opresión, el resentimiento, la soledad y como lo expresara Guillermo Saccomano, “estas fotos deben ser leídas como una narración que explora un dolor extremo”.

Otro fotógrafo argentino destacado es  Juan Travnik (Buenos Aires, 1950) que muestra su serie “Adolescentes” de los años 80 y 90 en la que despliega sus observaciones de una época crucial, fresca, desbordante, impulsiva, las definiciones e indefiniciones de sexualidades divididas, los cambios que produce la pubertad y el inicio de la edad adulta. Según María Carolina Baulo, “se destaca la mirada de un purista, sensible y con toques pictóricos”.

Ananké (Buenos Aires, 1971), cuya obra, ya sea  fotografía, instalación escultura y performance se destaca por lo inquietante de las escenas donde la amenaza, la violencia y el miedo están latentes. En este capítulo  hace un registro de su persona, inmóvil, con una sonrisa congelada en una calle donde los transeúntes no la visibilizan. Esta imagen está precedida por un estandarte rojo con la inscripción “Vaciate”.

Desde su aparición en el circuito pictórico de nuestro país, alrededor de 1993, sabíamos que Nicola Constantino cambiaría el estado del ser del contemplador.

Transgresora, no le teme al riesgo, ha recibido becas, premios, intervino en numerosas muestras en nuestro país y en el exterior. Recordamos por haber asistido, a la gran controversia desatada en la Bienal de Venecia 2013 con su “Rapsodia Inconclusa”,   a la que el gobierno de entonces le agregó videos documentales ajenos al espíritu de la obra. Una constante en el vasto corpus de su producción  es meterse en la piel de los personajes. “Backstage 2010”, así lo atestigua: parada sobre un banquito precario de madera, semidesnuda, envuelta en una gasa transparente posa como un personaje botticelliano, muestra su cuerpo en todo su femenino esplendor.

El último capítulo de esta serie “Signos Urbanos” incluye  importantes artistas, entre ellos, Marta Minujin (Buenos Aires, 1943) que en 1978 presentó en San Pablo y en ocasión de una Bienal de Arte Latinoamericano un obelisco acostado de 74m. de largo con una cámara de televisión en la punta.

Los archivos fotográficos revelan el desarrollo de la construcción  pero no tuvo gran visibilidad en ese momento. Su idea era “acostar”, es decir, “desmitificar” tanto  los mitos universales como nacionales así como acabar con su interpretación fálica, acción desarrollada durante la dictadura militar.

Hay una fotografía que dio la vuelta al mundo,  ganadora del Premio Petrobras 2008. Una escena fantasmal en un bosque casi cubierto por la niebla. Se trata de una historia de tal contundencia  que cobra vigencia actualmente acerca del derribo de monumentos que suceden en muchas partes del mundo.   Es la escultura de Evita que Perón le encomendó a Leone Tommasi y antes de terminarla, un grupo de tareas de la Revolución del 55 entró al taller y la decapitó. Fue arrojada al río, posteriormente rescatada y ahora está en la Quinta  San Vicente. Hasta allí llegó Santiago Porter una madrugada brumosa para fotografiarla y perpetuarla como símbolo de todas las mutilaciones infligidas y sufridas por su cuerpo. 

Este destacado artista nacido en Buenos Aires en  1971, fue ganador de importantes premios, así como acreedor a importantes becas nacionales e internacionales.

 Se exhibe obra de la artista Celeste Rojas Mugica  (Santiago, 1987), que investiga sobre las formas de la construcción de la memoria, la política reciente en Sudamérica. Basada en fotos de archivo registró la toma de los monumentos de Santiago, intervenidos por el pueblo durante las  protestas urbanas de Octubre 2019. Estos monumentos a “héroes y supuestos héroes” del pasado han cobrado vida,  resuenan en el presente, la pandemia logró convertirlos en archivo, borrando la autoría de los mismos.

Esta exposición deja muchos interrogantes, no puede proponer soluciones para el futuro, pero sí deja profundas reflexiones acerca de si será posible empezar todo de nuevo en un mundo que está suspendido.   

Publicado en Ambito Financiero